Es cierto que en este mundo globalizado y cada vez más
estrecho, los medios de comunicación son los que “definen” y dan los parámetros
de lo que es belleza y glamour. Las muchachitas anoréxicas que, desesperadamente,
buscan encajar en las demandas del mercado sin importar que, aún incluso, tengan
que atentar contra su propia salud con tal de abrirse un espacio en el mundo cosmopolita
que se presenta ante nuestros ojos como el nuevo paraíso terrenal, parecen marca
registrada de una sociedad de consumo que no termina de satisfacer sus fauces.
(Imagen por an23dr77ew)
Aunque las exigencias de esta sociedad banal y
superficial puedan llegar a ser crueles, no podemos negar el otro extremo de la
pita: hombres, mujeres e incluso niños, víctimas de las enfermedades que se
desprenden del
sobrepeso, la obesidad y un estilo de vida basado en lo
sedentario y facilista son pacientes recurrentes en las salas de clínicas y
hospitales, la materia prima que está taponando de dinero a las grandes
compañías farmacéuticas que saben cómo sacarle provecho al descuido de la gran
masa que ha olvidado lo que significa una tarde jugando en el parque con los
pequeños. Más que por vanidad, comencemos a practicar nuevos estilos de vida
que fortalezcan nuestro cuerpo, despejen nuestra mente y fortalezcan nuestro
carácter. Veamos, entonces,
como bajar
de peso saludablemente, y démosle un giro a nuestra filosofía de vida que
poco aporta a nuestro desarrollo integral.
¿Cómo comenzar? Empecemos por lo básico; sabemos que el
secreto está en quemar más calorías que las que se consumen, y aunque parezca
algo obvio, la pregunta que se origina es: ¿y cómo se hace eso? Pues bien,
muchos expertos recomiendan tener a la mano un cuaderno, una libreta o un
anotador y registrar el número de calorías que comemos regularmente; tendremos
que estar pendientes de la información nutricional de los alimentos que
ingerimos a diario y ser muy disciplinados al momento de hacer el registro en
nuestro cuaderno. A su vez, es necesario
que contemos con un medidor de pulso cardiaco para que sepamos cuanto es lo que
quemamos; a todo este ejercicio se le conoce con el nombre de cálculo de la
Tasa Metabólica Basal (TMB). (Imagen por Santuario Torreciudad)
Hay variantes que debemos tener en cuenta como nuestro peso
y nuestra altura; también es oportuno saber que nuestro organismo requiere de
una cantidad mínima de calorías para desarrollar las funciones más elementales.
Es importante saber que el cálculo de nuestro TMB nunca va a ser acertado en un
cien por ciento, por lo que esto conlleva un trabajo honesto y sincero de
nuestra parte. Podemos programar nuestras rutinas de ejercicio diarias, alistar
el menú que comeremos durante la semana y variar algunas de nuestras costumbres
para hacerle guerra a ese sobrepeso que nos agobia. Cuando comencemos a ver que
es más lo que quemamos que lo que consumimos nos vamos a motivar para seguir
adelante.
¿Cómo adelgazar?
Esta es la pregunta clave que le da cuerpo a todo el
artículo; hemos hablado de variar costumbres, calcular lo que comemos y
quemamos y darle un giro a nuestro estilo de vida. Para comenzar a trabajar en
este punto, lo principal es que nos concentremos en lo que estamos comiendo
regularmente: ¿las grasas, los dulces, las carnes rojas, las gaseosas y el
alcohol son invitados constantes en nuestra mesa? De ser así podemos empezar a
buscar otras alternativas como las frutas, las verduras, las ensaladas, los
jugos naturales y el pescado. En el mercado vamos a encontrar una abundante
oferta de dietas que nos prometen resultados milagrosos, algunas de ellas muy
restrictivas. Muchos aseguran que la mejor dieta es la que combina todos los
grupos alimenticios, ya que todos, de alguna u otra forma, son necesarios para
el correcto funcionamiento de nuestro metabolismo. Hay gente que piensa que por el hecho de dejar
de comer o aguantar hambre va a reducir de talla cuando en realidad se está
haciendo un flaco favor. Lo ideal es que comamos pequeñas porciones de comida
cada tres horas, así mantenemos activo nuestro metabolismo y nuestro sistema
recibe señales para comenzar a quemar grasa. El desayuno es la comida más
importante del día, por lo tanto comenzar la jornada con un buen plato de
cereal integral, avena o yogurt nos asegura una gran fuente de vitalidad para
afrontar el día. (Imagen por Jordi Cucurull)
Hay personas que recomienda comer frutos secos ya que estos
nos hacen sentir llenos y nos quitan las ansías de comer a deshoras. Pueden
servir, pero con moderación, y más si estamos hablando de nueces saladas, estas
contienen un alto número de calorías y no estaríamos haciendo mayor cosa si nos
la pasamos comiendo nueces pensando que estamos combatiendo la grasa.
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